Caracas, julio 2015. Voz Proletaria.- Luego de finalizar los debates y las ponencias enmarcadas en la Convención Internacional de la Izquierda Revolucionaria del pasado fin de semana (11 y 12 de julio), se leyó ante los asistentes, la resolución final de la actividad.
Resolución:
¡POR LA
AUTO-DETERMINACIÓN E INTEGRACIÓN DE NUESTROS PUEBLOS!
Convención
Internacional de Izquierda
Revolucionaria Antiimperialista
Declaración
La Convención Internacional de
la Izquierda Revolucionaria Antiimperialista llevó a feliz término su trabajo
durante los días 11 y 12 de julio de 2015, en la Universidad Bolivariana de
Caracas.
En un ambiente de
fraternidad delegados de 90
organizaciones y de diferentes países profundizaron y ampliaron los debates sobre
lo que ocurre en los distintos espacios latinoamericanos y caribeños, así como
en Venezuela.
Esta convención de
organizaciones de diferentes países y vertientes ideológicas que luchan contra
el capitalismo dejó clara la importancia de las acciones populares por la
liberación nacional y social, que en algunos países se expresan en la lucha por
el socialismo. Destacó la vigencia de las concepciones revolucionarias y
antiimperialistas que, sin lugar a dudas, nos
ayudarán a alcanzar el triunfo sobre los defensores de la explotación y
la opresión ejercidas por minorías oligárquicas sobre las mayorías obreras,
campesinas y populares.
En este evento antiimperialista hemos destacado la importancia de la
Convención Nacional de la Izquierda Revolucionaria de Venezuela, celebrada en enero de 2015
la cual contó con la participación de más de 1500 personas y de 100
organizaciones, y que concluyó en la necesidad de consolidar la Unidad
Popular Revolucionaria Antiimperialista [UPRA], la cual ha convocado este espacio internacional para compartir
experiencias de luchas por el cambio
social y político a favor del pueblo con organizaciones e individualidades de
otros países.
Los análisis indicaron que estamos viviendo un proceso de agudización de
las contradicciones del mundo capitalista-imperialista que sufre un deterioro
irreversible en sus estructuras, principalmente se incrementan los antagonismos de
clase, lo que nos acerca a tiempos de gran confrontación y choques sociales
crecientes en distintos terrenos y formas de acción obrera, campesina, comunal
y popular que se continuarán combinando y entrelazando.
En consecuencia, amerita disponernos a organizar mejor las
fuerzas populares y preparar las distintas formas de actuar para enfrentar
la crisis del sistema que profundiza el criminal modelo neoliberal y, así,
frenar los efectos derrotando las medidas autoritarias de corte fascista
diseñadas en cada país para tratar de contener o sofocar la inconformidad
popular.
Latinoamérica y el Caribe
viven un incremento de las inversiones de capitales de Europa, Rusia y Asia
pero, aún así, el imperialismo yanqui
sigue siendo el principal enemigo de nuestros pueblos.
Ante esa realidad y la crisis
económica, los imperialistas yanquis maniobran para defender “su patio trasero” tratando de revertir los avances democráticos y revolucionarios de los
pueblos usando, entre otras tretas, las presiones y chantajes a los
gobiernos progresistas para que adopten las medidas de ajuste económico del FMI
y demás instituciones imperialistas para descargar los efectos nefastos de la
crisis sobre la clase obrera y en general contra nuestros pueblos aumentando la
miseria, la inseguridad social y los daños al medio ambiente.
Esto genera situaciones complejas para algunos gobiernos alternativos porque, de un lado, enfrentan
las presiones y ataques virulentos del imperialismo y las burguesías nativas
que siempre han buscado someterlos a sus dictados y, de otra parte, afrontan
las críticas de sectores populares que reclaman sintonía con sus necesidades
económicas y sociales que les libren de sufrir en carne viva los efectos de la
crisis que reduce ingresos, salarios y garantías sociales.
En medio de esta realidad inician las relaciones diplomáticas de Estados
Unidos y Cuba
que son un triunfo del pueblo cubano que no se rinde ante las pérfidas tácticas
del bloqueo económico, la agresiva base de Guantánamo, el espionaje y los
saboteos de toda índole que no han terminado. Estas relaciones diplomáticas
también son un triunfo de las batallas libradas por UNASUR, la CELAC y ALBA que
promovió el compañero Presidente Comandante Hugo Chávez Frías para contribuir a
aligerar el bloqueo de los imperialistas yanquis sobre Cuba.
Pero simultáneamente, el imperialismo agrede de nuevo al pueblo
hermano de Venezuela con el decreto del presidente Barak Obama declarándole
“amenaza inusual y extraordinaria” para encubrir sus planes agresivos que
buscan recuperar el control de su gran riqueza en hidrocarburos con la
desestabilización del gobierno incluyendo la “guerra económica”, medidas
militares y alentando conflictos
limítrofes.
Apoyamos la solución política al conflicto armado en Colombia y la lucha
de su pueblo por la paz con justicia social, es indispensable exigir al gobierno de Santos
el cese bilateral de fuegos, el fin de los bombardeos y fumigaciones, el
diálogo con todas las organizaciones insurgentes y que se realice la
convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente que cree condiciones
democráticas para adelantar la lucha política sin las trabas legales de hoy,
sin penalización de la lucha social, que ponga fin al terrorismo de Estado y el
paramilitarismo que se fortalecen, así como abrir paso a la erradicación del
modelo neoliberal que sigue dejando víctimas por el mundo entero.
Vemos que el pueblo venezolano adelanta un proceso de lucha
revolucionaria que demanda la solidaridad continental porque su país se encuentra
rodeado por fuerzas al servicio del capital financiero y las multinacionales de
los Estados Unidos y del aparato militar estadounidense y europeo que las
protege. Así lo evidencian las bases militares en Colombia y otros países
latinoamericanos. Además lo rodean las fuerzas del reino de los Países Bajos
estacionadas en Aruba, Curazao y Bonaire, al igual que los cipayos de los
imperialistas del Reino Unido localizados en Guyana que hacen parte de la OTAN
y estrechan el cerco militar contra el pueblo hermano y los límites de su país,
creando a menudo falsas disputas para fundar zozobra y provocaciones bélicas.
El pueblo venezolano sufre una ofensiva interna agudizada por medio de la
llamada “guerra económica” que expresa el sabotaje de la burguesía
internacional y nativa contra los esfuerzos por desarrollar una economía
autosuficiente. No menos preocupante es el desarrollo del paramilitarismo,
práctica neofascista incubada en toda la región a partir de la experiencia
colombiana de terrorismo contra el pueblo, realidad que encuentra terreno
fértil en la debilidad y corrupción de órganos del Estado, más la ingenuidad de
algunos actores políticos de izquierda reformista.
Nos solidarizamos con el pueblo de Haití, primer pueblo de nuestro
Continente que se liberó del colonialismo europeo, que hoy demanda de la
autonomía para resolver sus problemas sin injerencias imperialistas y no
olvidamos el justo reclamo de la soberanía Argentina sobre las Islas
Malvinas.
Mantenemos el llamado a la solidaridad con la lucha del Pueblo
Palestino que sufre las inclementes agresiones de los yanquis y del
sionismo israelita, como ocurre a Siria y a los demás pueblos del oriente
próximo.
Seguiremos trabajando por lograr un Plan de Acción y Solidaridad Popular que abarque la región y el
mundo, que permita romper el cerco que las fuerzas antipopulares vienen
estrechando para generalizar la persecución y terrorismo de Estado que durante
todo el siglo XX costó millones de desplazados, perseguidos, torturados,
desaparecidos y muertos a manos de los gobiernos burgueses títeres del
imperialismo yanqui. Estamos ante la exigencia de ganar una visión
internacionalista y alta preparación a lo interno de cada país, intercambiando
experiencias y opiniones, más allá de las diferencias que puedan existir
debemos planificar acciones y movilizaciones conjuntas.
Son bases para construir el Plan de Acción las siguientes:
- Trabajar por articularnos social y políticamente para la acción
revolucionaria en cada país,
explicar estas conclusiones a las personas y organizaciones revolucionarias que
no pudieron participar de esta Convención y llegar con más fuerza a una nueva
Convención Internacional para constituir un gran Frente Continental
Antiimperialista. Los compañeros de UPRA continuarán la tarea de impulsar los
pasos hacia la Coordinación Continental y mundial que lleven a constituir en
plazo cercano el Frente que anhelamos.
- Incentivar todas las formas de solidaridad internacionalista
revolucionaria con las luchas de los pueblos del Continente y el mundo en
defensa del derecho de los pueblos y naciones a la autodeterminación.
- Promover la suspensión del pago de la deuda ilegítima con las agencias
prestamistas internacionales y lograr moratorias para destinar recursos al
gasto social y la inversión económica contra factores estructurales que impiden
el empleo, el autoabastecimiento y el comercio en pié de igualdad con beneficio
recíproco.
- Rechazar las bases militares del imperialismo en nuestro Continente
y enfrentar las medidas militaristas y guerreristas de los gobiernos que actúan
como peones de los planes bélicos del imperialismo yanqui.
- Apoyar encuentros continentales de movimientos sociales para
impulsar las luchas sindicales contra los recortes de garantías laborales,
rechazar las medidas neoliberales de ajuste económico, apoyar al campesinado
sin tierra en su lucha contra los modelos antidemocráticos para el campo,
impulsar las luchas de la juventud por la gratuidad en la educación y empleo,
ampliar la organización de las mujeres del pueblo contra el patriarcado y la
explotación capitalista, por el respeto a la población LGTBI, desplegar energía
por el derecho a la autodeterminación y el autogobierno de los pueblos
indígenas y de las comunidades de raizales, de cimarrones y negras que impulsan
los objetivos del Decenio Afrodescendiente 2015-2024.
- Solidaridad con las
organizaciones revolucionarias y el pueblo de México, que resiste ante la agresión
de corte fascista del gobierno de lacayo del imperialista.
- Apoyamos al movimiento
popular del Perú que lucha contra la explotación minera por parte de
transnacionales norteamericanas,
rechazamos la injerencia militarista por parte del Imperialismo norteamericano con el ingreso de
3200 soldados.
- Apoyamos a los movimientos
populares y organizaciones revolucionarias
de España, y al pueblo todo, en su lucha contra la eliminación de sus
conquistas materiales y fundamentales, así
mismo rechazamos las medidas judiciales
de corte neo franquista impuestas por el gobierno de Rajoy, agente del
imperialismo europeo que se manifiesta en la llamada “Ley Mordaza”.
- Abogamos por la liberación
del Camarada Carlos Ilich Ramírez Sánchez.
- Rechazamos la injerencia
militarista y guerrerista contra el
pueblo de Yemen por el control del territorio y saqueo de sus recursos.
- Proponemos que la 2da Convención
se realice en el hermano pueblo de Venezuela en solidaridad con su lucha contra
el imperialismo.
- Fuera la Otan de nuestro continente.
¡VIVAN LAS
LUCHAS DE LOS PUEBLOS DE NUESTRA AMÉRICA!
¡POR LA UNIDAD
DEL MOVIMIENTO POPULAR DEMOCRÁTICO Y REVOLUCIONARIO!
¡SUMEMOS
INICIATIVAS PARA DERROTAR AL IMPERIALISMO Y TRABAJAR POR LA LIBERACIÓN NACIONAL
Y SOCIAL!
Caracas, julio
12 de 2015
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